El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, planteó que la región construya «algo parecido a la Unión Europea (UE)» -junto a Estados Unidos y Canadá- «para alcanzar una integración económica en el continente» durante la VI Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), que se llevó a cabo en la capital mexicana y en la que hubo tensos cruces entre los mandatarios de Paraguay, Uruguay, Venezuela y Cuba por la situación política en dichos países.
«La Celac puede convertirse en el principal instrumento para consolidar las relaciones entre nuestros países y alcanzar el ideal de una integración económica, con Estados Unidos y Canadá en un marco de respeto a nuestras soberanías», indicó López Obrador, el mandatario anfitrión del encuentro de jefes de Estado.
En su mensaje de bienvenida, AMLO instó a «construir en el continente americano algo parecido a lo que fue la Comunidad Económica que dio origen a la actual UE».
López Obrador sostuvo que para eso los países deben acordar en tres cuestiones: la no intervención y la autodeterminación de los pueblos, la cooperación para el desarrollo y la ayuda mutua para combatir la desigualdad y la discriminación.
«Es el momento de terminar con el letargo y plantear una nueva y vigorosa relación entre los países. Asociarnos por el bien de América sin vulnerar nuestras soberanías», sentenció.
Este llamado a la unión de los países americanos fue apoyado por el presidente de Perú, Pedro Castillo, quien también pidió «por la más grande unidad e integración de los pueblos».
«Es necesario entender que unidos lograremos todo, desunidos nada», precisó Castillo al señalar que la pandemia del coronavirus «es un problema sanitario e histórico» frente al cual corresponde «pasar de los discursos a la acción».
En la misma línea, se manifestó el subsecretario argentino para América Latina, Juan Carlos Valle Raleigh, quien insistió «en consolidar los avances logrados para que el foro siga siendo un ámbito de unidad que respeta la diversidad» y donde los países «puedan ver que del compromiso entre las naciones surgen mejoras para todos».
Pese a estos llamados a la unidad regional, la cumbre no estuvo exenta de cruces entre algunos de los mandatarios presentes.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, desafió a su par de Paraguay, Mario Abdo Benítez, a organizar un debate regional sobre democracia, luego que éste se negara a reconocer al Gobierno de Caracas.
«Nosotros creemos profundamente en el diálogo de diversos y yo le digo al presidente de Paraguay: ponga usted la fecha, el lugar y la hora para un debate sobre democracia, en Paraguay, en Venezuela y en América Latina. Estamos listos para darlo, ponga usted el lugar», afirmó durante su intervención.
También el mandatario uruguayo, Luis Lacalle Pou, criticó indirectamente a Caracas, al manifestar su «preocupación» por la situación política en el país sudamericano.
«Cuando uno ve que en determinados países no hay una democracia plena, cuando no se respeta la separación de poderes, cuando desde el poder se usa el aparato represor para acallar las protestas, cuando se encarcelan opositores, cuando no se respetan los derechos humanos, nosotros en esta voz tranquila pero firme debemos decir con preocupación que vemos gravemente lo que ocurre en Cuba, Nicaragua y Venezuela», puntualizó Lacalle Pou.
Unas declaraciones a las que también reaccionó el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, quien pidió a su par uruguayo dedicarse a los asuntos de su país, como «escuchar» a las 700.000 firmas que juntó la oposición para derogar la denominada Ley de Urgente Consideración impulsada por su Gobierno, la cual calificó de «paquetazo neoliberal».
Tras estos comentarios, Lacalle Pou solicitó nuevamente la palabra para señalar que no compartía los argumentos «no ciertos» del líder cubano.
La Celac es un mecanismo intergubernamental de diálogo y concertación política, y su membresía incluye a 33 países de América Latina y el Caribe.
La cumbre tuvo como eje la lucha regional contra la pandemia del Covid-19 y, de fondo, la posibilidad de conformar un grupo que analice la posibilidad de crear un organismo que reemplace a la Organización de los Estados Americanos (OEA), ente duramente criticado por varios países.